sábado, 31 de diciembre de 2011

China

Introducción.

La mitología China tiene casi cuatro milenios de antigüedad, si bien los textos hallados en el norte del país atestiguan la existencia de asentamientos humanos desde 3000 a. C., aproximadamente: los xia, pueblo tribal, dominaron gran parte de esta región  desde 2000 a. C. o antes hasta h. 1500 a. C. En principio, su animal totémico era la serpiente, que aparece en algunos de los mitos chinos más antiguos, y después el dragón, símbolo que ha perdurado en la mitología y la cultura de este país.

Los yin se enfrentaron a los xia y establecieron la dinastía Yin o Shang alrededor de 1500 a. C. Dominaron la técnica del bronce y su emblema era el "ave roja", símbolo del sur. Ofrecían sacrificios a numerosas divinidades, como el sol, la luna, las nubes, la tierra, las montañas, los ríos y los cuatro puntos cardinales, y la más importante era Shang Di, venerada como antepasada de la dinastía. Intentaban ponerse en contacto con espíritus leyendo las grietas de los "huesos oraculares" chamuscados y mediante otras prácticas chamanísticas, como cánticos, bailes y trances estáticos.

Con la siguiente dinastía, la Zhou, las familias adoptaron apellidos hereditarios y se extendió el culto a los antepasados, pero no desaparecieron las antiguas deidades y los dioses de la tierra, la lluvia y los ríos siguieron gozando del favor popular. Los monarcas Zhou preferían el culto a Tian "Cielo".

A punto de acabar la dinastía Zhou surjieron diversas filosofías políticas. El modo de vida establecido por Confucio (latinización de Kong Fuzi o "maestro Kong", 551-479 a. C.) se basaba en el ritual, el amor filial y la educación y el dominio de la vida china hasta la llegada del comunismos. La segunda gran escuela, la del taoísmo abogaba por un estado no intervencionista y por la vuelta a la sencillez rural y, por encima de todo, creía que la humanidad debía vivir en armonía con la naturaleza en lugar de tratar de someterla. El yin y el yang (los principios femenino y masculino) debían estar en equilibrio.

Entre los confucionistas existía una tendencia al agnosticismo respecto a los dioses y espíritus tradicionales; sin embargo, ante la aparición del budismo, el taoísmo adquirió un carácter más religioso y su propia mitología. Taoísmo, budismo, confucionismo y las creencias más antiguas convivieron en una atmósfera de respeto e influencia recíproca y esta coexistencia pacífica explica la larga herencia cultural de la mitología china.